Reino Unido planea un impuesto extra al juego

El Gobierno británico anunció que estudia la posibilidad de imponer un impuesto para las empresas de juego online y presencial para la lucha contra la ludopatía. El objetivo de esta medida es recaudar 100 millones de libras (121,3 millones de dólares) al año para financiar la investigación, la prevención y el tratamiento de la adicción al juego.

Puente de Westminster sobre el río Támesis y el Big Ben de Londres.

Reino Unido planea un impuesto extra al juego para luchar contra la ludopatía. ©Pixabay/Pexels

Un impuesto del 1% sobre las ganancias brutas

El Departamento de Cultura, Medios y Deporte (DCMS) lanzó una consulta pública sobre el nuevo impuesto, que se aplicaría a todas las empresas que operan en el mercado del juego del Reino Unido, independientemente de su ubicación. El impuesto se fijaría en el 1% sobre las ganancias brutas de los operadores, lo que supondría un aumento significativo de la carga fiscal para el sector.

Según el Gobierno, el impuesto se destinaría a un fondo independiente que se encargaría de distribuir los recursos entre las organizaciones que trabajan en el ámbito de la salud mental y el bienestar relacionados con el juego. El fondo estaría supervisado por la Comisión del Juego, el regulador del sector, y tendría un consejo asesor formado por expertos y representantes de la industria.

El ministro de Economía, Rishi Sunak, defendió el impuesto como una medida necesaria para reducir el déficit público y financiar los servicios públicos esenciales. El político defiende que el sector del juego debe asumir su responsabilidad fiscal y colaborar con la reconstrucción de las finanzas públicas.

Una medida controvertida para la industria

La propuesta del Gobierno ha generado una fuerte oposición por parte de la industria del juego, que considera que el impuesto es injusto y perjudicial para su competitividad. Los representantes del sector argumentan que ya pagan una serie de impuestos específicos, como el impuesto sobre el juego remoto (15%), el impuesto sobre los puntos de consumo (21%) y el impuesto sobre las máquinas (25%).

Además, la industria señala que ya realiza contribuciones voluntarias al Fondo de Investigación, Educación y Tratamiento del Juego (GRET), que recaudó 19 millones de libras (23 millones de dólares) en el último año fiscal. El objetivo del GRET es alcanzar los 100 millones de libras (121 millones de dólares) anuales en 2023, lo que coincidiría con la cifra que pretende recaudar el Gobierno con el nuevo impuesto.

Michael Dugher, director ejecutivo de la Asociación de Apuestas y Juegos (BGC), calificó el impuesto como un “ataque” al sector y advirtió que podría provocar la pérdida de miles de empleos y el cierre de locales.

Una respuesta a la creciente preocupación social

El Gobierno británico ha tomado varias medidas en los últimos años para regular el sector del juego y proteger a los consumidores vulnerables. Entre ellas, se destaca la reducción del límite máximo de apuesta en las máquinas tragaperras de 100 a 2 libras (de 121 a 2,4 dólares), la prohibición de las tarjetas de crédito para el juego online y la introducción de límites de tiempo y gasto para los clientes.

Estas medidas responden a la creciente preocupación social por el impacto negativo del juego en la salud mental y física de las personas. Según un estudio del Instituto Nacional de Investigación Económica y Social (NIESR), hay alrededor de 430.000 personas con problemas de juego en el Reino Unido, lo que supone el 0,7% de la población adulta. El coste social del juego problemático se estima en unos 1.200 millones de libras (1.450 millones de dólares) al año.

La consulta pública sobre el nuevo impuesto al juego estará abierta hasta el 9 de febrero de 2024. El Gobierno espera introducir el impuesto en el presupuesto del próximo año, una vez que se hayan evaluado las respuestas y se hayan realizado los ajustes necesarios. El impuesto se aplicaría a partir del 1 de abril de 2024.

Un debate sobre el papel del juego en la sociedad

El anuncio del Gobierno ha reabierto el debate sobre el papel del juego en la sociedad y la necesidad de equilibrar los intereses económicos con los sociales. Algunos sectores, como los grupos de defensa de los consumidores, las organizaciones benéficas y los expertos en salud pública, han aplaudido la iniciativa del Gobierno y han pedido que se aplique cuanto antes. Otros, como los partidos de la oposición, los sindicatos y algunos medios de comunicación, han criticado la medida y han acusado al Gobierno de querer recaudar más dinero a costa de esta industria.

El juego es una actividad legal y regulada en el Reino Unido, que genera unos ingresos anuales de más de 14.000 millones de libras (17.000 millones de dólares) y emplea a más de 100.000 personas. Sin embargo, también es una actividad que puede generar problemas de adicción, endeudamiento, aislamiento social y deterioro de la salud.

El Gobierno británico anunció que revisará la Ley del Juego de 2005, que regula el sector, para adaptarla a los cambios tecnológicos y sociales que se han producido desde su aprobación. Entre los aspectos que se revisarán se encuentran el régimen de licencias, las medidas de protección al consumidor, el papel de la publicidad y el marketing, y la responsabilidad social de la industria. El Gobierno espera presentar un proyecto de ley antes de finales de 2024.

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