El bingo español, por la rebaja de su contribución fiscal

El sector del bingo en cartón viene atravesando una paulatina caída de sus índices de consumo desde hace más de diez años. Los porcentajes de contribución impositiva han ido disminuyendo con el paso del tiempo, pero los empresarios del área insisten con una rebaja que llegue al 10% de gravamen fiscal.

Bolas de bingo en una rueda.

La CEJ pide un gravamen del 10% para el bingo en España. ©Donations_are_appreciated/Pixabay

Fuertes impuestos sobre un sector que no logra recuperarse

El sector del juego, tanto en su modalidad presencial como en línea, incluyendo ésta última portales de juegos de azar, casas de apuestas e incluso casinos con bingo, es uno de los más gravados por las autoridades fiscales. Esto no es una excepción de España, sino que es una regularidad de todos los mercados. En la mayoría de los casos, esas contribuciones se justifican en los grandes ingresos de las empresas del sector. Sin embargo, en el caso del bingo en cartón de España, ese argumento pareciera no corresponder, y los impuestos estarían llegando a un nivel perjudicial para la continuidad del negocio.

Este negocio tiene la particularidad de que sus reglamentaciones dependen de las comunidades autónomas, no del gobierno nacional. Así, cada región tiene un porcentaje de contribución diferente. La media del país es de 32,3%; un número bastante alejado del 10% que está buscando la Confederación Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo (CEJ).

Los representantes de esta organización se han manifestado numerosas veces por la preocupación que generan los índices de su actividad. Cuando todos los subsectores de la industria del juego de España ya se han recuperado de la crisis de Covid y la recesión económica, el bingo en cartón sigue cayendo. Los impuestos altos en algunas regiones serían uno de los factores que van en contra del crecimiento en el área.

El pedido de flexibilización de la CEJ

Las señales de estancamiento en el área no son una novedad, y más de una vez la Confederación de Empresarios se pronunció sobre el proyecto de reducir los impuestos. Algunas regiones, en particular, se muestran más estrictas con las contribuciones fiscales de los bingos. Por ejemplo, Cataluña y Galicia son las comunidades autónomas que mayor presión presentan: se trata del 50%. Estas cifras son parecidas a lo que sucedía en el país hace quince años, cuando las ventas del bingo en cartón eran mucho más elevadas.

Tras esas regiones, siguen Baleares, con 48,3%; Castilla-La Mancha, 45,5%; Murcia, 44,97%; Comunidad Valenciana, 41,94%; Asturias, 41,62%; La Rioja, 35%; y Canarias, con 31,36%. Andalucía es uno de los modelos, con 15%. En esa región, los bingos han mostrado resultados mucho mejores. En Ceuta y Melilla, las empresas del juego y del desarrollo tecnológico tienen una tributación especial, y los bingos pagan 10%.

Este es el porcentaje que pone como modelo Fernando Henar, presidente de la CEJ, pues las regiones con menores impuestos han logrado adaptarse mucho mejor al mercado en la pospandemia. En especial, cuando la tendencia de crecimiento pasa cada vez más por las plataformas digitales, los representantes del bingo en cartón creen que la actividad necesita de un estímulo de las autoridades para poder sostenerse.

Asimismo, hay un reconocimiento de que este proceso ya comenzó. Los impuestos en el año 2007 a nivel interregional eran de 63,7%, bastante por encima del actual 32,3%. Sin embargo, los representantes del sector van por el 10% de contribución sobre el win, que es lo que consideran justo para fomentar la industria.

Los bingos no mejoran

Según las cifras de la CEJ, en el 2021 se recuperaron todas las áreas del juego español, menos lo bingos. Las ventas totales para ese período cayeron un 42,6% en relación con lo visto en el año 2019. La recuperación comparativa con el 2020 fue de apenas 20%. Aquel año fue el más crítico para el sector, que vio caídas de hasta 60% en algunas comunidades autónomas. Se trata, pues, de índices decepcionantes para las patronales de juego.

En lo que se refiere a cifras, en 2019 la recaudación fue de 1.805,5 millones de euros, frente a los de 1.035,5 millones de euros del último período. En 2020, las ventas habían bajado a los 862,5 millones de euros. Ya en 2017 los representantes del sector advertían sobre las tasas insatisfactorias.

Para algunos, estos números representan un paulatino desinterés por el bingo clásico en la sociedad española. La modalidad online, en cambio, ha mostrado cierta estabilidad. De los 269 millones de euros del 2019, el 2021 pasó a 262 millones de euros: 7 millones de euros de saldo negativo, apenas un 2,6% menos. Esta situación es ilustrativa de todo el panorama del juego en general. Año tras año, la participación de la modalidad en línea va aumentando sobre las sumas totales.

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