Dos modelos de regulación del juego online de éxito: Colombia y México

Colombia y México son las dos jurisdicciones de juego en Latinoamérica que, pese a sus deficiencias en materia regulatoria, impositiva y de integración del mercado, han demostrado con suficiencia las ventajas de un mercado en línea regulado. Con la expansión online de los juegos de azar y las apuestas deportivas, así como de los métodos de pagos digitales, un marco regulatorio adaptado a las necesidades y preferencias de los consumidores es más necesario que nunca. Colombia y México son los modelos a este respecto. Perú, Brasil, Argentina o Chile podrían seguir su estela.

Latinoamérica es una de las regiones en la que los juegos de azar online han experimentado un mayor crecimiento en los últimos años. Pero, aunque existan jurisdicciones nacionales para los casinos y salones de juegos físicos, la regulación del mercado online es aún deficiente. Se están dando pasos en la dirección adecuada. Las legislaciones de Colombia y México pueden servir de modelo para otros países de la región.

México: un modelo descentralizado

Mástil y bandera mexicana en una plaza de Toluca, México.

El marco regulatorio en México data de 1947, la Ley Federal de Juegos y Sorteos. Aunque existe un principio de reforma no parece que vaya a cuajar en un futuro próximo. En México el juego y las apuestas online son legales. ©Ricardo Esquivel/Pexels

El crecimiento del mercado online de juegos de azar es incontestable a lo largo y ancho de Latinoamérica. Jurisdicciones nacionales como la mexicana se esfuerzan por adaptarse a la nueva realidad digital, aunque los enfoques difieren entre los países. No obstante, pese a la disparidad existente, todos concuerdan acerca de los beneficios de un marco regulatorio adecuado.

Los juegos de azar y apuestas online son legales en México y están bajo la supervisión de la Dirección General de Juegos y Sorteos dependiente de la Secretaría de Gobernación (SEGOB). Aunque el estado cuenta con su propio operador, pronosticos.gob.mx, que ofrece loterías, pronósticos deportivos y raspaditas, no existe un monopolio en este sentido.

La Ley federal de juegos de azar es bastante anticuada, data de diciembre de 1947. Existe una propuesta de reforma que, sin embargo, no parece que vaya a prosperar en un futuro próximo. En este sentido, la ley fue desarrollada para regular salones y casas de juego físicas, por lo que la jurisdicción online tiene una vinculación con el juego físico, diferente al caso de Colombia y la gran mayoría de las regulaciones europeas.

En México, para operar en línea es necesario entrar en un acuerdo con un casino físico, como hemos visto recientemente en el principio de colaboración entre BigBola y Betsson. Ello quiere decir que no se pueden solicitar licencias online directamente, lo que sin duda es un contratiempo para algunos de los big players internacionales. En este sentido, la jurisdicción mexicana, en donde los estados tienen un gran margen de maniobra, se asemeja a la estadounidense, en donde los estados que cuentan con importantes casinos físicos solo permiten el juego online sobre la base de un acuerdo para el uso de la licencia del susodicho casino. De todas formas, una vez que la regulación avanza en los diferentes estados, el marco regulatorio se va transformado hacia formas más flexibles de cooperación. Un ejemplo similar en Europa lo encontramos en Bélgica.

Argentina es de los países latinoamericanos que por su estructura política tiene avanzado un modelo de regulación del juego online muy semejante al mexicano. Los estados tienen competencias para otorgar licencias y los operadores deben asociarse con una firma local para entrar en el proceso de solicitación. Aunque los estados mantienen un número máximo de licencias permitidas, ello no ocurre con la Ciudad de Buenos Aires. En México tampoco existen restricciones al número máximo de licencias a conceder.

Uno de los problemas que vienen asociados a un sistema descentralizado es que no existe un órgano central que coordine programas de autoexclusión del juego y prevención de la adición.

Colombia: hacia un modelo europeo del juego

Avenida iluminada por la noche.

Colombia cuenta con un moderno sistema de concesión de licencias muy semejante al europeo. Su mercado está en plena expansión y ha superado todas las expectativas de crecimiento. ©AltaGamba/Unsplash

Colombia pasa por ser el mercado regulado en Latinoamérica de mayor éxito. El crecimiento del mercado online colombiano ha superado todas las expectativas y la industria igaming se está convirtiendo en una historia de éxito superando a los tradicionales establecimientos físicos de apuestas y juego que, no obstante, mantienen un gran arraigo local.

La legislación promovida desde la autoridad colombiana Coljuegos ha facilitado la incorporación de operadores internacionales, por lo que el mercado colombiano de juegos de azar en línea ofrece una mayor integración que el mercado mexicano.

En este sentido, la regulación colombiana ha sabido adaptarse a las demandas del mercado contextualizando sus necesidades. Con la cancelación de los eventos deportivos debido a la pandemia de la COVID-19 adoptó un enfoque más flexible y permitió los juegos en vivo como medida compensatoria ante las pérdidas ocasionadas por la crisis económica del coronavirus. Operadores internacionales no desaprovecharon la ocasión para conseguir las autorizaciones pertinentes que les han permitido operar con gran éxito.

Gracias a los nuevos desarrollos del software para juegos en vivo es posible contar con más y mejores modalidades de juegos y mesas. Su autorización para Colombia ha sido uno de los grandes aciertos de Coljuegos.

Flexibilidad a la hora de introducir nuevos requisitos e incorporar nuevos productos, una política impositiva moderada y una regulación publicitaria (que incluye bonos y patrocinios deportivos) sin grandes restricciones, todo ello ha convertido a Colombia en un modelo para Latinoamérica.

Aunque los operadores online habrían expresado el deseo de que Colombia introduzca medidas sobre la integridad de las apuestas, eventos de gran resonancia internacional como la reciente Copa América 2021 de fútbol celebrada en Brasil, han demostrado la robustez del mercado regulado en línea.

Colombia cuenta además con protocolos de juego transparente, atención ciudadana y juego responsable, con un sitio web dedicado: www.juegabien.co, aunque, como en México, aún no exista un sistema de autoexclusión centralizado para el país.

Retos para el futuro

Las enormes posibilidades abiertas por el desarrollo del software que ha permitido ampliar la variedad de juegos, con aplicaciones de realidad virtual, por ejemplo, o la incorporación de nuevas modalidades en las apuestas como los deportes virtuales y los esports, han amplificado el horizonte del entretenimiento de los juegos de azar online. La regulación necesita ponerse al día en este aspecto.

Los métodos de pago digitales suponen otro desafío. Latinoamérica es una de las regiones en dónde el uso de bitcoin está más extendido. El empleo de la cibermoneda para pagos digitales, que recientemente ha sido aceptada en El Salvador, incluidos depósitos en casinos online, supone retos regulatorios importantes. Bitcoin, Ethereum o Litecoin no son monedas de curso legal, están sujetas a una gran volatilidad financiera y su uso especulativo puede generar no pocos problemas.

Aunque Europa sigue concentrando la mayor parte del mercado de juegos de azar y apuestas online, cambios legislativos como los que han acontecido en los Estados Unidos con la legalización del juego suponen que se empiece a observar un desplazamiento del negocio igaiming hacia las Américas. Latinoamérica puede beneficiarse mucho de ello, y México y Colombia son los países mejor situados para aprovechar el tirón de los juegos de casino digitales y las apuestas deportivas en línea.

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