La UE cuestiona la legalidad de la ley maltesa de juego

Malta aprueba una ley que protege a sus operadores online de las sanciones de otros países, pese a que puedan violar las leyes de otros Estados miembros o el derecho comunitario. La norma ha generado el rechazo de algunos reguladores europeos, que la consideran contraria al Estado de Derecho y al principio de libre prestación de servicios en la UE.

Mujer bajando por las escaleras de un edificio con carpetas en su mano.

La UE cuestiona la legalidad de la nueva ley maltesa de juego online. ©Sora Shimazaki/Pexels

Malta desafía a la UE con una ley que respalda a sus operadores

El presidente de Malta, George Vella, dio luz verde el 24 de abril a una ley que muchos expertos legales interpretan como una reacción directa a las medidas judiciales tomadas por Austria y Alemania contra compañías de juego online con licencia maltesa, a las que se les imputa ofrecer sus servicios de juego online de forma ilegal a los ciudadanos. La norma pretende blindar a los operadores con licencia maltesa de las sanciones extranjeras, que podrían afectar a sus ingresos y reputación.

Según el texto legal, la MGA podrá solicitar al Tribunal Superior de Malta que declare inaplicable cualquier resolución judicial extranjera que contradiga o socave la prestación de servicios de juego regulada en Malta. Así, los operadores con licencia maltesa podrán seguir ofreciendo sus servicios en otros países sin temor a ser multados o bloqueados. Esta disposición ha sido calificada por algunos juristas como una violación del principio de cooperación leal entre los Estados miembros y una interferencia en la soberanía judicial de los países afectados.

Una defensa del principio de libre circulación

La MGA argumenta que la licencia maltesa autoriza a las empresas radicadas a ofrecer servicios en toda la UE, basándose en el principio de libre circulación de bienes y servicios, sin importar la legislación concreta de los Estados miembros sobre el juego. Además, el órgano regulador afirma que este precepto abarca la provisión transfronteriza de productos de apuestas y juegos.

Sin embargo, esta postura choca con la realidad jurídica de la UE, donde cada país tiene su propia regulación sobre el juego online, que puede ser más restrictiva o permisiva que la maltesa. Además, la nueva normativa podría vulnerar el Reglamento refundido Bruselas I de la UE, que establece las normas sobre el reconocimiento y la ejecución mutua de las resoluciones judiciales entre los Estados miembros.

La Comisión Europea ha recordado que el juego online no está armonizado a nivel comunitario y que cada Estado miembro tiene competencia para regularlo según sus propios objetivos de política pública, siempre que respete los principios del Tratado. Así, los Estados miembros pueden restringir o prohibir el acceso a determinados servicios de juego online si lo consideran necesario para proteger el interés general, como la prevención del fraude, el lavado de dinero o la ludopatía. Sin embargo, estas restricciones deben ser proporcionales, no discriminatorias y coherentes con la política nacional sobre el juego.

El órgano ejecutivo ha intervenido para expresar su preocupación por la legalidad y las consecuencias de esta nueva normativa, que podría crear un vacío legal que permitiría a los operadores sin licencia seguir ofreciendo servicios que violan las leyes nacionales o el derecho comunitario. Asimismo, algunos reguladores europeos han enviado cartas a la Comisión Europea para denunciar que el proyecto de ley 55 socava el Estado de Derecho europeo y genera una situación de competencia desleal entre los operadores con licencia maltesa y los que cumplen con las normas nacionales.

La respuesta de Malta a las críticas

Ante las recientes críticas recibidas por la aprobación de la ley 55, la Autoridad del Juego de Malta (MGA) ha emitido un comunicado para aclarar, precisar y transparentar el alcance y el propósito de dicha norma. El órgano regulador ha afirmado que dicha ley está en plena conformidad con el derecho de la UE y se basa en las libertades que se otorgan a una entidad establecida dentro del mercado interior.

La MGA ha explicado que la ley 55 no crea motivos adicionales o separados para rechazar el reconocimiento o la ejecución de las resoluciones judiciales extranjeras a los ya establecidos en los reglamentos de la UE. Se trata simplemente de una interpretación de los motivos de orden público para la denegación, previstos en dicho reglamento. Además, el ámbito de aplicación de las modificaciones introducidas en la ley es muy restringido, ya que solo se aplican cuando se cumplen unos elementos acumulativos.

Estos elementos son que la acción, ya sea de un operador contra un jugador o de un jugador contra un operador, entre en conflicto o socave la legalidad del marco maltés, y que se refiera a una actividad que sea lícita según la ley del juego y los demás instrumentos regulatorios aplicables a los licenciatarios de la MGA.

La MGA ha manifestado su disposición a colaborar con las autoridades competentes de otros Estados miembros para garantizar el cumplimiento efectivo del derecho comunitario y nacional. Asimismo, ha reiterado su compromiso con el desarrollo sostenible y responsable del sector del juego online en Malta y en Europa.

Un contexto favorable para el juego online

Mientras tanto, el sector del juego online sigue creciendo en Europa, impulsado por la demanda y la innovación. Según un informe publicado por EGBA, los ingresos del juego online representaron el 35% del total del mercado europeo del juego en 2022, alcanzando los 38.200 millones de euros. El crecimiento fue especialmente notable en los juegos de casino online, que generaron 14.900 millones de euros, y en las apuestas deportivas online, que alcanzaron los 13.600 millones.

Entre los operadores online más destacados se encuentra LeoVegas Group, que anunció recientemente su patrocinio del EuroPride 2023, un festival anual que celebra la diversidad y la inclusión LGBTIQ+. El evento tendrá lugar en Valletta, Malta, entre el 7 y el 17 de septiembre, y contará con la actuación estelar de Christina Aguilera como embajadora.

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