Bustinduy anuncia medidas para regular el juego

El ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, ha anunciado una nueva ley de regulación del juego, con medidas para proteger a los usuarios y prevenir la ludopatía. El plan busca garantizar el derecho al juego responsable y evitar las consecuencias negativas del juego compulsivo, tanto para la salud como para la economía de los usuarios.

Fachada del Congreso de los diputados de Madrid, España.

Bustinduy anuncia medidas para regular el juego en España. ©Toni.063371 – Antonio Sáez /Pexels

Nueva ley adaptada al entorno digital

El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, compareció el viernes 26 de enero en el Congreso de los Diputados para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento. Entre sus principales objetivos, destacó la necesidad de trabajar para “mitigar los posibles efectos perjudiciales” del juego y abogó por “reforzar la protección” de los usuarios.

Bustinduy anunció que su ministerio va a desarrollar una nueva ley de regulación del juego, adaptándola al actual entorno digital e introduciendo un sistema de límites de depósito conjuntos por jugador, siguiendo el modelo alemán. Además, expresó su preocupación por el fenómeno de las “cajas botín” en los videojuegos, que consideró un primer paso hacia el camino de los juegos de azar, especialmente entre los menores y los jóvenes.

El ministro afirmó que su intención es “garantizar el derecho al juego responsable” y “evitar que se convierta en una adicción que afecte a la salud, al bienestar y a la economía de las personas”. Asimismo, defendió la necesidad de “armonizar” la normativa estatal y autonómica, así como de coordinar las acciones de prevención, control y sanción con las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

Reacciones de los grupos parlamentarios

La comparecencia de Bustinduy fue a petición propia y de los grupos parlamentarios del PP y de Vox, que le pidieron explicaciones sobre sus planes para el sector del juego. El ministro recibió el apoyo de los grupos de izquierda, que le instaron a avanzar en la regulación del juego y a combatir la publicidad y el patrocinio de las casas de apuestas. Por su parte, los grupos de derecha le acusaron de “demonizar” al sector y de “criminalizar” a los usuarios, y le reclamaron que respetara la libertad de elección y la seguridad jurídica de las empresas.

Bustinduy se mostró dispuesto al diálogo y al consenso con todos los actores implicados, pero advirtió de que no iba a ceder ante las “presiones” de los lobbies del juego. El ministro aseguró que su actuación se basará en “criterios técnicos, científicos y sociales”, y que buscará el “equilibrio” entre el desarrollo económico y la protección de los derechos de los consumidores.

El juego, un problema de salud pública

La regulación del juego es un tema que genera controversia y debate en España, donde la industria del juego mueve unos 10.000 millones de euros al año y emplea a unas 80.000 personas. Según los datos del Ministerio de Consumo, en 2023 se registraron más de 1,5 millones de usuarios activos de juego online, un 15% más que en 2022. Además, se estima que hay unos 200.000 locales de juego presencial, entre casinos, bingos, salones y máquinas recreativas.

El sector del juego defiende su actividad como una fuente de riqueza, empleo y ocio, y reclama seguridad jurídica, libertad de mercado y respeto a la autonomía de los consumidores. Sin embargo, también se enfrenta a las críticas de los colectivos sociales, sanitarios y políticos, que denuncian el impacto negativo del juego en la salud, la economía y la convivencia de las personas, especialmente de las más vulnerables, como los menores, los jóvenes y las personas con problemas de adicción.

En los últimos años, se han aprobado diversas normas para regular el juego, tanto a nivel estatal como autonómico, con el fin de proteger a los usuarios, prevenir la ludopatía y limitar la publicidad y el patrocinio de las casas de apuestas. Sin embargo, estas medidas han sido consideradas insuficientes o excesivas, según el punto de vista de los diferentes actores implicados. Por ello, se plantea la necesidad de un consenso amplio y basado en la evidencia para abordar el fenómeno del juego de forma equilibrada y responsable.

En este sentido, cabe mencionar un estudio publicado en la revista The Lancet, que advierte de los riesgos del juego para la salud mental y física de las personas que lo practican de forma compulsiva. Este propone una serie de medidas para prevenir y tratar los trastornos del juego y sus efectos nocivos.

Además, el estudio concluye que el juego es un producto dañino que debe ser tratado como una amenaza para la salud pública, y que requiere de un abordaje multidisciplinar e integral. El ministro Bustinduy hizo alusión a esta visión y afirmó que su ministerio trabajará para garantizar el derecho al juego responsable y evitar que se convierta en una adicción que afecte a la salud y al bienestar de las personas.

El juego online, el más problemático

Uno de los aspectos más preocupantes del juego es el crecimiento del juego online y, especialmente, de las apuestas deportivas, que se han disparado en los últimos años gracias a la facilidad de acceso, la variedad de oferta y la intensidad de la publicidad. Según los datos del Ministerio de Consumo, el juego online representó el 55% del gasto total en juego en 2023, con un aumento del 18% respecto a 2022.

Esta modalidad de entretenimiento presenta un mayor riesgo de adicción y de problemas de salud mental que el juego presencial, debido a factores como la inmediatez, la accesibilidad, el anonimato, la falta de control social y la ilusión de habilidad. Además, el juego online atrae a un perfil de usuario más joven y más impulsivo, que puede desarrollar una dependencia más rápida y severa.

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