Nueva York bate récords en apuestas con el móvil
El primer año de apuestas deportivas con el móvil en Nueva York concluye con casi 16 mil millones de dólares en apuestas. Todo un récord que sitúa al Empire State como top entre las jurisdicciones en los Estados Unidos que permiten este tipo de apuestas. En el informe que ha sido hecho público por la Gaming Commission del Estado también se ha indicado que los ingresos brutos por el juego superan los 1.300 millones de dólares.
Durante 2022 las apuestas online con el móvil han batido todos los récords en el Estado de Nueva York. Se han hecho apuestas por valor de casi 16 mil millones dólares que han dejado unos ingresos brutos de 1.300 millones. ©Joshua Hoehne/Unsplash
Aunque el mercado online en los Estados Unidos aún está lejos de competir con el europeo en términos de apuestas realizadas e ingresos brutos por el juego, las cifras que se han publicado correspondientes al primer año de apuestas legales con el móvil en el Estado de Nueva York imponen. Han sido más de 1.300 millones de dólares en ingresos brutos solo por este concepto, cuando, salvando las distancias, este año en España difícilmente se llegarán a los 850 millones de euros de ingresos brutos por el total del juego online. De alguna manera, la diferencia da la dimensión del éxito de las apuestas con el móvil en el Empire State.
Pese a los elevados impuestos, las apuestas deportivas con el móvil florecen en Nueva York
En total, las apuestas han movido la escandalosa cifra de 15.800 millones de dólares, lo que ha dejado en las arcas del estado 680 millones de dólares en concepto de ingresos fiscales gracias a la muy controvertida tasa del 51%. Como se indicaba en el artículo de Forbes, se trata de uno de los “impuestos al vicio” más elevados en los Estados Unidos. El impuesto sobre el juego en el vecino estado de Nueva Jersey es solo del 14,25%.
Pese a las preocupaciones iniciales acerca de si los elevados impuestos vendrían a perjudicar a las compañías que competían por una licencia en el lucrativo Estado de Nueva York, las cifras que han salido a la luz después de un año en el negocio de las apuestas deportivas parecen contradecir las críticas y han dejado a todas las partes satisfechas. Al fin y al cabo, parece que sí se puede hacer dinero en Nueva York como operador online pese al 51% de impuestos y los 5 millones que cuesta albergar los servidores en el casino de turno. Las estimaciones iniciales habían calculado cerca de 500 millones de dólares anuales de beneficios por las apuestas online. Esta cifra ha sido ampliamente superada.
Nueva York ha otorgado licencias de 10 años para 9 operadores que se agruparon en 2 consorcios:
- Kambi Group: Rush Street Interactive, Caesars Sportsbook, Wynn Interactive, PointsBet, Resorts World.
- FanDuel Group: FanDuel, Bally Bet, BetMGM, DraftKings.
Además, cada uno de estos grupos se ha tenido que asociar a naciones nativas con el objetivo de no violar el antiguo acuerdo que garantiza derechos exclusivos para explotar los juegos de azar en el Estado a las naciones indígenas. FanDuel lo ha hecho con la Gaming Corporation de la Nación Seneca, mientras que Kambi se ha unido a la Tribal Gaming Commission de la tribu Saint Regis Mohawk.
Las cifras de los 4 grandes: FanDuel, DraftKings, Caesars y BetMGM
- FanDuel: 40%
- DraftKings: 28%
- Caesars: 17%
- BetMGM: 8,3%
Cuota de mercado en 2022:
- FanDuel: 48% (650 Mill $)
- DraftKings: 26% (354,6 Mill $)
- Caesars: 16% (214,6 Mill $)
- BetMGM: 6% (81 Mill $)
Cuota de ingresos en 2022:
Pero fuera de estos cuatro grandes que acaparan más del 93% del mercado y tienen una cuota de ingresos del 96%, la realidad del resto de los operadores (PointsBet, Bally, Wynn…) no es tan prometedora y la tasa de 51% hace las cosas aún más difíciles. ¿Se están convirtiendo las apuestas deportivas con el móvil en Nueva York en un monopolio reservado a 2 o 3 grandes operadores? FanDuel y Draftkings monopolizan juntos más del 65% del mercado. No olvidemos que la autoproclamada mayor casa de apuestas del mundo, bet365, no consiguió asegurar una licencia para operar en Nueva York. La lucha por el mercado promete ser encarnizada.
