¿Jugar al póker online en el bar?

El anteproyecto de la Ley del Juego en Galicia, con el que se busca actualizar la vigente normativa que data de 1985, y que se ha quedado a todas luces obsoleta, podría permitir la instalación en bares y locales de ocio de terminales de juego de ámbito estatal además de las clásicas tragaperras y máquinas de apuestas deportivas. Ello supondría el acceso al juego online. Ya que el texto del anteproyecto no ha trascendido, las informaciones al respecto continúan a ser confusas.

Máquinas tragaperras en un salón de juego.

No parece muy probable que en Galicia se vaya a autorizar la instalación de terminales para permitir el juego online en bares y establecimientos de hostelería. Pero la Xunta de Galicia está decidida a actualizar la Ley del Juego que data de 1985. ©Bru-nO/Pixabay

La Xunta de Galicia decidida a actualizar la Lei do Xogo

En la Comunidad Autónoma gallega la regulación del juego y las apuestas data de octubre de 1985. Los diferentes gobiernos del Partido Popular en Galicia siempre se han comprometido a actualizar el texto legal que con los años se ha ido quedando obsoleto, sobre todo por la aparición y expansión del juego online.

En la ley de 1985 se establece que bares, cafeterías y establecimientos de hostelería pueden instalar una única máquina de tipo B (tragaperras). Y aunque en Galicia la regulación de las apuestas deportivas estaba amparada en la mencionada ley, de hecho, no se había dado el caso de tener que echar mano de la regulación hasta una fecha bastante reciente.

Fue con el Decreto 162/2012 que la Xunta reguló la instalación y ubicación de máquinas auxiliares de apuestas deportivas en establecimientos de hostelería, el ochenta por ciento de las cuales “deberán ser instaladas en locales de hostelería que cuenten con una autorización de instalación y ubicación, vigente, de máquina de juego de tipo B”, según el texto de la ley. En aquel momento, el juego generaba unos ingresos a la hacienda gallega superiores a los 70 millones de euros.

En al anteproyecto que se habría dado a conocer el pasado diciembre, y que aún tendría que pasar por su tramitación ante la Comisión Europea y el propio Parlamento gallego, el ejecutivo pone énfasis en la necesidad de actualizar la ley del juego de 1985 y adaptarla a los nuevos tiempos, una referencia clara al crecimiento del juego online.

En consonancia con las políticas de juego responsable, también se habría hecho hincapié en la obligatoriedad de los establecimientos de juego de controlar el acceso para evitar la entrada a menores y a aquellas personas que figuran en los registros de excluidos.

Saltan las alarmas

Desde el mismo momento del anuncio del anteproyecto de ley de la Xunta de Galicia saltaron todas las alarmas en el sector. Primero fue el rumor, posteriormente desmentido desde la propia Xunta, de que en los bares y establecimientos de hostelería se permitiría la venta de loterías del estado y de la ONCE, algo para lo que la comunidad autónoma no tiene competencia para regular.

Un polémico artículo aparecido en el diario Faro de Vigo afirmaba que en Galicia pronto se podría llegar a permitir jugar al póker o la ruleta online en los bares. Aparte del hecho obvio de que uno puede jugar online ya sea a la ruleta, al blackjack, las tragaperras o hacer apuestas deportivas desde el teléfono móvil independientemente de donde uno se encuentre, la cuestión es si desde el gobierno gallego se iba a permitir la instalación de terminales de juego de ámbito estatal, una alusión al mercado online regulado.

Qué clase de terminales serían estas que permiten el juego online es otra cuestión. Toda la polémica parece fruto más bien de una confusión. Pero en el texto del anteproyecto sí se mencionaría un dispositivo con el que combatir los comportamientos patológicos en el juego. Y este no habría pasado desapercibido.

Polémica con las máquinas tipo B

El sector parece que no habría reaccionado muy bien al texto del anteproyecto, a pesar de que desde la Xunta se haya insistido que el texto es de consenso. Desde la Asociación Gallega de Empresas Operadoras (AGEO), que integra a la mayoría de las compañías de máquinas recreativas y de juego en la comunidad, muchas de ellas pequeñas firmas familiares para las que el negocio online es una amenaza real, se ha sido muy crítico con la nueva regulación.

En la comunidad gallega habría casi 130 salones de juego, entre ellos once salas de bingo, y más de diez mil máquinas instaladas. Además, cuenta con casi cuatro mil terminales de apuestas deportivas de las que poco más de tres mil están instaladas en establecimientos hosteleros. Los dos casinos de la comunidad son el de La Toja y el Casino de Vigo operado por Luckia.

Según la AGEO el parque de máquinas de tipo B está en claro retroceso. En la hostelería se trata de un tipo de juego de apuestas consolidado y arraigado que no supone un problema social o de juego patológico. Las cantidades que se juegan son pequeñas y los más jóvenes no se sienten atraídos por este tipo de máquinas.

Sin embargo, desde la asociación de empresas operadoras se reitera que han acatado todas las medidas de juego responsable propuestas desde la Xunta, como las referentes a los controles de acceso o la distancia de los locales de los centros educativos. La polémica salta por la inclusión de un dispositivo electrónico en las máquinas de tipo B, un dispositivo similar al que existe para activar las máquinas expendedoras de tabaco.

De acuerdo con Serafín Portas, el presidente de la AGEO, la inclusión de este dispositivo es “un ataque directo a nuestra línea de flotación” y podría significar la ruina para un sector modélico en su compromiso con el juego responsable y la creación de riqueza y empleo. Portas continúa afirmando que el control a distancia de las máquinas de tipo B

“no ha sido reclamado para las máquinas recreativas ni por jugadores, ni expertos en problemas con el juego ni colectivos; y carece de sentido porque nunca han supuesto ningún problema en los más de 40 años que llevan presentes en nuestros bares por su premio moderado y además no son ‘atractivas’ para los jugadores más jóvenes, por lo que estamos sufriendo los daños colaterales de la proliferación de terminales de apuestas en Galicia, avalada por la Xunta y que desde el principio contó con nuestra oposición.”

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