Detenidos tres jugadores acusados de amañar partidos de tenis
Una operación internacional ha destapado una red que manipulaba partidos de tenis en torneos menores, poniendo en jaque la integridad del deporte profesional. Entre los 16 detenidos figuran tres tenistas franceses, todos fuera del top 100 del ranking ATP, acusados de dejarse ganar a cambio de dinero.
El origen: un cabecilla en Guadalajara

Una red internacional de amaños sacude la integridad del tenis profesional.
La investigación arrancó en España, cuando agentes del CENPIDA analizaron dispositivos incautados en la llamada Operación Mursal. En ellos aparecieron indicios claros de que un ciudadano rumano, residente en Cabanillas del Campo (Guadalajara), coordinaba pagos y contactos con jugadores dispuestos a participar en amaños.
Este hombre, ya detenido en 2023 por fraude deportivo, se convirtió en el nexo entre intermediarios internacionales y los deportistas. Desde su localidad, con apenas 10.000 habitantes, gestionaba un entramado que operaba en varios países y que terminó por ser desmantelado el pasado octubre.
Los registros realizados en Guadalajara y Valladolid aportaron pruebas clave: ordenadores, teléfonos móviles y documentación financiera que confirmaban la existencia de un sistema organizado para manipular resultados.
Los investigadores destacan que el cabecilla utilizaba aplicaciones de mensajería cifrada para comunicarse con los jugadores y con los intermediarios, lo que dificultó el rastreo inicial.
Tenistas franceses, bajo sospecha
Los principales señalados son tres tenistas franceses, situados por debajo del número 100 del ranking ATP. Según las pesquisas, aceptaron perder sets o partidos completos en torneos Challenger y Futures, competiciones de menor repercusión, pero fundamentales para sumar puntos y ascender en la clasificación.
Las cantidades percibidas apenas cubrían gastos básicos como viajes, inscripciones o alojamiento. No obstante, para la organización criminal representaban un negocio rentable, ya que mediante apuestas de gran volumen en momentos clave obtuvieron beneficios que superaron los 800.000 euros entre 2018 y 2024.
Fuentes cercanas a la investigación señalan que los implicados eran conscientes de que sus partidos estaban siendo observados por apostadores vinculados a la red. En algunos casos se detectaron patrones repetidos, como derrotas en momentos idénticos de diferentes torneos, levantando sospechas en casas de apuestas internacionales.
La Federación Francesa de Tenis ha anunciado que colaborará con las autoridades y abrirá expedientes disciplinarios contra los implicados. Además, se estudia suspender temporalmente a los jugadores mientras se resuelve el proceso judicial.
Apuestas de tenis: el motor del fraude
El auge de las apuestas de tenis online fue el caldo de cultivo perfecto para este fraude. La red utilizaba “mulas” para realizar apuestas simultáneas desde distintos países. Así evitaban levantar sospechas y multiplicaban las ganancias.
La operativa era sofisticada:
- Creación de cuentas falsas en plataformas de apuestas.
- Pagos en efectivo o criptomonedas para ocultar el rastro.
- Intermediarios franceses que hacían llegar el dinero a los jugadores implicados.
La trama operaba principalmente desde Bulgaria, pero con ramificaciones en España y Rumanía. La coordinación internacional fue clave para seguir el flujo de dinero y destapar el fraude.
Los investigadores destacan que la red aprovechaba la falta de visibilidad de los torneos menores. Al no contar con retransmisiones masivas ni grandes audiencias, los amaños pasaban desapercibidos durante años.
Solo cuando varias casas de apuestas detectaron movimientos sospechosos en partidos concretos se activaron las alertas que dieron pie a la investigación.
El impacto en el tenis y su credibilidad
Aunque los amaños se centraban en torneos de menor categoría, el escándalo golpea la credibilidad del tenis, pues la manipulación de resultados altera el ranking ATP y genera desconfianza entre aficionados, patrocinadores y organismos deportivos.
Esta confianza ya se había visto cuestionada en otras ocasiones, como en 2022, cuando la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) sancionó al español Fernando Bogajo por intento de amaño de partidos, un precedente que confirma la magnitud global del problema y la vulnerabilidad de los torneos menos mediáticos.
Para frenar esta práctica, la ATP y la Federación Internacional de Tenis (ITF) han anunciado mayor control en torneos, detección en tiempo real y sanciones ejemplares que sirvan de advertencia a futuros infractores.
El reto ahora para las instituciones es garantizar que la integridad del deporte prevalezca. Solo con medidas firmes y coordinación internacional podrá evitarse que nuevos amaños vuelvan a poner en duda el futuro de la competición y la confianza de quienes siguen y apoyan el tenis profesional.
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