Hard Rock Tarragona: batalla ecologista contra el macrocomplejo
Los grupos ecologistas han redoblado su presión contra el Hard Rock Tarragona, presentando nuevos recursos administrativos para frenar su desarrollo. La Plataforma Aturem Hard Rock y el Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemas Catalans (GEPEC-EdC), junto con Ecologistes de Catalunya, han elevado sus reclamos argumentando que la empresa no cumple con requisitos esenciales de la licitación.

Hard Rock Tarragona: batalla ecologista contra el macrocomplejo. ©Adrià Masi/Pexels
¿Qué es el Hard Rock de Tarragona?
El Hard Rock Tarragona es un ambicioso proyecto que busca combinar el lujo y el entretenimiento en un único espacio turístico. Con la marca Hard Rock como emblema, el complejo incluiría un hotel, un casino y una amplia oferta de ocio diseñada para atraer visitantes nacionales e internacionales.
Sin embargo, su ejecución ha estado marcada por la polémica desde su concepción en 2012. A lo largo de los años, el proyecto ha enfrentado obstáculos legales, económicos y medioambientales, generando un creciente rechazo por parte de sectores sociales y políticos.
Uno de los pilares del proyecto es el Hard Rock Hotel Tarragona, un establecimiento que promete ofrecer una experiencia de lujo con servicios exclusivos y una ambientación inspirada en el mundo de la música.
El objetivo es que el hotel se establezca como un destino independiente dentro del complejo, ofreciendo una experiencia única que refuerce su propuesta de ocio y apuestas. Sin embargo, la incertidumbre sobre la viabilidad del proyecto ha puesto en duda la construcción del Hard Rock Hotel Tarragona, dejando en el aire su futuro.
La ofensiva ecologista y el rechazo social al Hard Rock Tarragona
El rechazo al proyecto Hard Rock Tarragona ha crecido exponencialmente en los últimos años, con colectivos medioambientales liderando una ofensiva para frenar su avance.
La Plataforma Aturem Hard Rock y GEPEC-EdC han interpuesto nuevos recursos administrativos contra la licencia de casino concedida por la Generalitat, argumentando que la empresa no ha acreditado su derecho de acceso a los terrenos destinados a la construcción del complejo.
Las entidades consideran que la compañía incumple uno de los requisitos fundamentales de la licitación, lo que podría ser la “estocada final” para un proyecto que acumula retrasos y dudas.
Aunque los ecologistas no tienen grandes expectativas sobre la resolución de estos recursos administrativos, han anunciado que, si no prosperan, acudirán al tribunal contencioso-administrativo, donde esperan obtener una sentencia favorable.
Además, no descartan movilizaciones para reforzar la presión social contra el proyecto Hard Rock Tarragona, asegurando que el movimiento ecologista está más organizado que nunca.
La incertidumbre también afecta al Hard Rock Hotel Tarragona, cuya construcción depende de la viabilidad del macrocomplejo. Si el proyecto no avanza, el hotel podría quedar descartado, dejando en el aire una inversión millonaria.
Historia de un proyecto que no despega
El proyecto Hard Rock Tarragona fue concebido originalmente como BCN World, un macrocomplejo de casinos y hoteles que debía situarse en Vila-seca y Salou.
El concepto tomó forma en 2012, cuando el Govern de Cataluña, bajo el liderazgo de Artur Mas, impulsó el proyecto como una opción frente al frustrado Eurovegas, que finalmente se descartó en favor de Madrid.
Inicialmente, el proyecto contaba con el respaldo de inversores privados, pero con el tiempo, la iniciativa fue perdiendo fuerza. En 2016, la Generalitat dio luz verde al Plan Director Urbanístico (PDU), estableciendo restricciones que disminuyeron la dimensión original del proyecto y limitaron la cantidad de casinos permitidos dentro del complejo.
En 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló el PDU, sumiendo el proyecto en una situación de incertidumbre jurídica. A pesar de que Hard Rock International se hizo cargo del desarrollo del complejo en 2018 y consiguió la licencia de casino, pronto surgieron obstáculos.
Uno de los aspectos más problemáticos ha sido la falta de acreditación sobre la propiedad de los terrenos donde se prevé construir el complejo, un requisito esencial para avanzar con la iniciativa.
La supresión de los incentivos fiscales destinados a la industria del juego ha disminuido el atractivo económico del proyecto Hard Rock Tarragona, provocando incertidumbre entre los inversores y poniendo en duda su viabilidad.
Uno de los puntos más controvertidos es la instalación del Hard Rock Casino Tarragona, que ha sido objeto de críticas por parte de grupos ecologistas y sectores políticos. La falta de transparencia en la gestión del proyecto y las dudas sobre su impacto ambiental han generado una fuerte oposición.
En 2024, el proyecto se convirtió en un tema clave en la política catalana, provocando el rechazo de los presupuestos de la Generalitat y el adelanto de elecciones autonómicas.
A pesar de los intentos por mantener vivo el proyecto, la viabilidad del complejo sigue en entredicho. La presión ecologista, los problemas legales y la falta de garantías económicas han convertido lo que debía ser un símbolo de modernidad en un ejemplo de cómo un proyecto mal gestionado puede acabar en el olvido.
Mientras tanto, la incertidumbre en torno al proyecto ha generado un clima de dudas entre empresarios y ciudadanos, que ven cómo una inversión multimillonaria podría quedar en nada.
El retraso en la toma de decisiones y la falta de avances concretos han hecho que el Hard Rock Tarragona pase de ser una apuesta ambiciosa a un ejemplo de paralización administrativa.
Mientras los inversores guardan silencio y la Generalitat evalúa sus opciones, el futuro del Hard Rock Tarragona sigue en el aire. ¿Será este el capítulo final de una historia que nunca llegó a despegar?