Fejar y la ONCE consolidan su alianza por el juego responsable
La Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar) y la ONCE han fortalecido su colaboración para impulsar iniciativas que fomenten el juego responsable. A través de jornadas científicas y estrategias educativas, ambas entidades buscan sensibilizar a la sociedad sobre los riesgos asociados al juego y fomentar prácticas responsables.
Un acuerdo estratégico para la prevención del juego problemático
Fejar y la ONCE han reafirmado su compromiso con la prevención de conductas de riesgo asociadas al juego de azar en el marco de las VII Jornadas Científicas, celebradas el pasado 20 de mayo en la sede de la ONCE en Madrid.
El evento, titulado Ciencia y Conducta: explorando el impacto del juego en el cerebro y en la sociedad, ha contado con la participación de expertos en neurología, publicidad y salud pública.
A lo largo de diversas ponencias y mesas redondas, se ha abordado la influencia de los estímulos externos en la conducta de los jugadores, así como los efectos del juego en el cerebro. Uno de los aspectos más debatidos ha sido el papel de la publicidad en la percepción del juego.
Reguladores y especialistas han discutido sobre el impacto de los mensajes que prometen riqueza inmediata y el modo en que pueden influir en el comportamiento de los jugadores, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
En este sentido, resulta llamativo que la propia ONCE, anfitriona del evento, recurra en su comunicación comercial a estrategias similares, ofreciendo premios millonarios en sus productos como los rascas y las loterías.
La jornada ha permitido analizar hasta qué punto la publicidad de los juegos de azar puede condicionar la toma de decisiones de los usuarios y fomentar expectativas poco realistas sobre las posibilidades de ganar.
El papel de Fejar y la ONCE en la regulación del juego
Fejar, como entidad dedicada a la rehabilitación de jugadores con problemas de adicción, ha subrayado la importancia de la concienciación social y la educación en materia de juego responsable.
Según su presidente, Máximo Enrique Gutiérrez, el convenio con la ONCE es un referente a nivel nacional y europeo que permite desarrollar estrategias de prevención y sensibilización de manera continua.
Por su parte, la ONCE ha reivindicado su modelo de juego basado en una “lotería social”, argumentando que los ingresos obtenidos por sus productos se destinan íntegramente a la inclusión de personas con discapacidad.
Patricio Cárceles, director general adjunto de Juego de la ONCE, ha insistido en que la organización opera bajo un esquema seguro y responsable, alejado del enfoque comercial de los operadores privados.
A pesar de su carácter institucional, la organización emplea estrategias publicitarias similares a las de los operadores privados, lo que genera incertidumbre sobre su papel en la regulación del juego responsable.
El evento ha estado respaldado por la Cátedra sobre Juego Responsable y su Comunicación, una iniciativa conjunta de la ONCE y la Universidad Complutense de Madrid que busca analizar el impacto social del juego y las estrategias de comercialización utilizadas en el sector.
El concepto de lotería social de la ONCE
La ONCE se define como una “lotería social”, un término que busca diferenciar su modelo de negocio del de los operadores privados. A diferencia de estos últimos, cuyos beneficios se destinan a accionistas o propietarios, la ONCE reinvierte sus ingresos en programas de inclusión para personas con discapacidad.
Este enfoque le permite operar bajo una imagen de responsabilidad social, destacando que su actividad no solo genera entretenimiento, sino que también contribuye a la financiación de proyectos de accesibilidad, empleo y educación para colectivos vulnerables.
Sin embargo, algunos sectores han señalado que, pese a su carácter institucional, la ONCE sigue siendo un operador de juego que emplea estrategias de marketing similares a las de los operadores privados.
La publicidad en televisión y otros medios masivos, así como la promoción de premios millonarios, han sido aspectos clave en la discusión sobre la naturaleza del juego estatal.
Juego privado vs. juego estatal: una diferencia clave
En España, el sector del juego se divide en dos grandes categorías: el juego privado, gestionado por operadores comerciales, y el juego estatal, administrado por entidades públicas como la ONCE y SELAE.
La principal diferencia entre ambos modelos radica en la finalidad de los beneficios obtenidos. Mientras que los operadores privados buscan maximizar sus ingresos, el juego estatal destina sus ganancias a causas sociales o a las arcas públicas.
En el caso de la ONCE, los fondos recaudados se utilizan para financiar programas de inclusión y apoyo a personas con discapacidad, mientras que SELAE contribuye a los presupuestos generales del Estado.
Otra diferencia significativa es la regulación y el acceso al mercado. Los operadores privados deben obtener licencias específicas y cumplir con estrictas normativas de publicidad y prevención de la ludopatía.
En cambio, el juego estatal goza de una mayor presencia en espacios públicos y medios de comunicación, lo que le permite una promoción más amplia y menos restricciones en su comercialización.
A pesar de estas diferencias, ambos modelos comparten estrategias de captación de jugadores, utilizando incentivos como grandes premios y campañas publicitarias llamativas.
Esto ha generado debate sobre si el juego estatal debería estar sujeto a las mismas regulaciones que el privado, especialmente en lo que respecta a la publicidad y la accesibilidad de sus productos.