Preocupación en el sector por la nueva Ley del Juego en Galicia

El Consello de la Xunta de Galicia aprobó el 29 de septiembre la nueva Lei do Xogo que se prevé que entre en vigor durante el 2023 una vez que pase el trámite parlamentario. La nueva Ley supone una actualización de la regulación de 1985 que, de acuerdo con el Presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se había quedado anticuada. La nueva normativa se adapta a los nuevos modelos del juego y del juego responsable.

Arquitectura característica en la Avenida de Montoto, A Coruña, España.

A partir de 2023 Galicia tendrá una nueva Ley del Juego que afectará sobre todo al juego presencial y renuncia a regular el juego online en la comunidad autónoma. ©lukbelblizart/Pixabay

El Presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, coincidía en señalar que la Lei do Xogo estaba falta de una actualización muy necesaria debido al cambio en los hábitos de juego. En este sentido, el máximo responsable del gobierno gallego resaltaba que el nuevo texto legislativo ofrecía un marco jurídico que sitúa a la comunidad gallega en la vanguardia de la legislación española en este ámbito. La nueva Ley del Juego

“busca garantizar la práctica responsable y cuidar de las personas más vulnerables.”Alfonso Rueda, Presidente de la Xunta de Galicia, en comunicación oficial de la Xunta de Galicia

El Gobierno gallego es consciente de que debido a las transformaciones que ha experimentado el sector en las últimas décadas es más necesario que nunca que la Administración pública intervenga para ofrecer seguridad y garantizar la protección de los más vulnerables. A este respecto, la nueva Ley contempla la creación del Observatorio Galego do Xogo, un órgano colegiado encargado de estudiar, evaluar y hacer un seguimiento de las políticas del juego.

No obstante, el sector en Galicia ha mostrado su preocupación porque consideran que la nueva ley de alguna manera limita el crecimiento del sector.

La polémica está servida

La nueva Ley establece una limitación al número de establecimientos dedicados al juego en la comunidad. Después del decreto aprobado en 2019, no se pueden abrir nuevas instalaciones. De esta manera el número queda como sigue:

  • Casinos: 2 + 2 salas adicionales
  • Bingos: 12
  • Salones de juego: 118
  • Locales de apuestas: 41

El número es muy similar al que existe en la actualidad, aunque el sector ha criticado la medida porque consideran que estaría limitando el crecimiento del sector. En una entrevista concedida a Atlántico Diario, el presidente de la Asociación Gallega de Empresas Operadoras, Serafín Portas, señalaba que pese a las críticas y la preocupación razonable por el juego responsable el hecho es que Galicia presenta el índice de establecimientos de juego por población más bajo de España.

Otra de las cuestiones que más preocupa a los operadores es la duración fijada para las autorizaciones que hasta ahora era indefinida y que pasará a ser de 15 años. El sector teme que ello genere aún mayor inestabilidad.

Serafín Portas también hizo hincapié en el tema de la publicidad de los operadores, bastante candente en España. La realidad del juego presencial es muy diferente a la del juego online, el objetivo del Real Decreto de comunicaciones comerciales impulsado desde la DGOJ. Tal vez, los operadores no han sabido comunicar bien, reconoce, pero la realidad es que están más limitados. Los datos corroborarían que el juego privado no es el único que genera problemas relacionados con los hábitos de juego, sino que el impacto negativo se advierte sobre todo en el juego público, loterías, bonolotos y rascas de la ONCE que, sin embargo, no cuentan con ninguna restricción publicitaria.

Críticas por dejar el juego online fuera de la legislación

La nueva Lei do Xogo también ha sido criticada por sectores de la sociedad civil por enfocarse en modalidades tradicionales y presenciales dejando el juego online fuera de la normativa. El Presidente de la Xunta alegaba que la Administración gallega apenas tiene competencias en el ámbito online que depende de la regulación de la DGOJ.

El Consello Económico e Social (CES) ya había criticado el proyecto de ley por esta razón, cuando la realidad del juego, especialmente entre la población más joven, es mayoritariamente en línea, con el problema añadido de las casas de apuestas que son las que más seducen a los menores.

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