El arte de la cerveza y sus muchos asideros

La palabra funciona como una invocación: cerveza. No hay quien no haya disfrutado de sus burbujas y saboreado sus texturas. Esta bebida forma parte de la impronta cultural de España. Aun más: la cerveza es un patrimonio inalienable de occidente compartido hoy con todo el mundo, con todas sus ventajas y desventajas.

Muchas prácticas sociales se llevan a cabo mientras se comparte una cerveza. Su volumen alcohólico liviano la hace una bebida refrescante y fácil de beber, apta para cualquier momento del día. Así pues, cumple una función vinculante entre personas que es difícil de reemplazar.

Por eso mismo, ha sido objeto de numerosas contiendas políticas. Así como existen sus adalides incondicionales, la cerveza también tiene detractores. Aun hoy en día existen disputas en las cúpulas del poder sobre el lugar de la cerveza en la economía y en la sociedad.

Sea como fuere, no hay duda de que la cerveza está presente en muchas actividades y prácticas humanas. Basta con nombrar algunas de ellas: las reuniones sociales, los eventos deportivos, algunas celebraciones religiosas, e incluso como compañera de juegos tanto en los casinos online más recomendados como en los físicos. Por eso es que en este artículo exploraremos en profundidad la cerveza y sus numerosas relaciones con nuestra vida.

Vaso de cerveza.La cerveza forma parte indiscutible de la cultura española / @MabelAmber/Pixabay

Breve historia de la cerveza

Es imposible determinar las fechas del origen del preparado, puesto que se dio de manera diferente en cada lugar del mundo. Algunas fuentes sugieren que la cerveza está presente desde antes que el lenguaje escrito. Lejos de haber sido una invención individual, esta bebida fermentada surgió casi espontáneamente en culturas lejanas y disímiles. Casi se podría pensar que es una consecuencia directa de la exploración de la comida, en particular de los granos.

Así pues, la cerveza ha estado presente en la dieta humana durante milenios. Es un subproducto de la agricultura y del descubrimiento de la fermentación. La agricultura fomentaba el sedentarismo en las comunidades, lo cual propiciaba la exploración de sus recursos. Así se dio el surgimiento de las primeras recetas.

De hecho, según Garrett Oliver, autor del Oxford Companion to Beer (2012), cada cultura tenía una manera única de hacer cerveza. El proceso seguido por los egipcios no era parecido al desarrollado posteriormente en los Balcanes, pero ambos corresponden a la misma especie de bebida; presentan algunos rasgos comunes que los ubican en la misma tradición.

En ese sentido, se podría pensar la cerveza como la continuidad de esa tradición. Los puntos que unen las bebidas fermentadas de culturas disímiles no tienen que ver solo con los ingredientes de su receta, sino con el uso ritual y social del preparado. En todos los tiempos y lugares, la cerveza fue el emblema del encuentro comunitario y de la alegría popular.

La cerveza en España

Durante el auge del Imperio Romano, la cerveza dejó de ser la bebida preferida y el vino le ganó en popularidad. Así ocurrió en la península ibérica, donde los descubrimientos arqueológicos muestran un aumento en la producción y consumo de vinos. Aun así, la cerveza siguió existiendo, y continuó siendo la preferida de algunas regiones.

De hecho, la producción de cerveza está extraordinariamente arraigada en España. Tanto es así, que la cervecería más antigua de Europa está ubicada en Begues, en la Cueva de Can Sadurní , a 20 minutos de Barcelona. Aún hoy en día las cañitas siguen siendo parte sustancial de la gastronomía y de la vida española.

La reputación de la cerveza como engranaje social y su significado económico crecieron cuando comenzaron a prosperar las tabernas. En la Edad Media y el Renacimiento, estos centros eran el punto principal de la vida de los pueblos, quizás solo superados por las iglesias. Así se empezó a requerir de la producción continua de cerveza de modo más programático, para satisfacer las necesidades de los clientes de estos incipientes comercios.

Producción y difusión de la cerveza

De todas maneras, la producción de cerveza continuó siendo artesanal hasta la Revolución Industrial. Desde entonces, se ha convertido en una de las principales industrias del mundo, pues ha sabido explotar el mercado en su beneficio.

Esto también propició dos procesos. Por un lado, la homogeneización del gusto por la cerveza. Mientras que antes cada pueblo tenía una receta única (en muchos casos bien distinta a la de los demás), hoy en día el concepto de cómo debe ser la cerveza está fijado por las principales empresas. Por otra parte, la industrialización logró que esta bebida llegara a todo el mundo, incluso a las remotas islas del Pacífico donde las condiciones no habían permitido su producción. Esta expansión frenética también tuvo sus efectos negativos.

No obstante, en la actualidad se ha regresado a los modos de producción artesanal. Cada vez más, en Europa y América del Sur la cerveza de este tipo va ganando un lugar de privilegio en la gastronomía y en el gusto de las poblaciones. En España hay innumerables variedades, tanto del tipo industrial como casero. Según uno de los últimos informes oficiales, hay unas 350 empresas dedicadas a la producción de cerveza en el país.

Los cambios en el consumo de cerveza

Las primeras cervezas han de haber sido grumosas, pues eran el resultado inesperado de la fermentación de los granos. Por eso es que se cree que los antiguos egipcios la bebían a través de cañas nudosas que servían de pajillas y filtros. Las sucesivas mejoras en la preparación fueron dando resultados cada vez más fáciles de beber.

Desde luego, las primeras incursiones en las bebidas alcohólicas fermentadas no han de haber sido simples. Es muy probable que los humanos de aquellos tiempos fueran mucho más vulnerables a los efectos negativos del alcohol. En muchas civilizaciones, estas bebidas tuvieron funciones rituales.

La cerveza en distintos tiempos y culturas

En numerosos casos, la cerveza se consumía antes de batallas, para infundir ánimo y también por motivos religiosos. Por ejemplo, los vikingos creían que al morir en combate ascendían al Valhalla, donde los esperaban con cuencos de cerveza. Solo los guerreros que tenían una muerte gloriosa llegaban a la morada de Odín, ante las puertas de Asgard, de donde manaba la cerveza.

El consumo irresponsable de cerveza también decantó en problemas de salud. No eran infrecuentes las afecciones digestivas, respiratorias y psicológicas. Hasta no hace tanto tiempo, la vida era tan breve y la salud tan precaria, que no se llegaban a ver las causas de muerte y enfermedad.

Estos problemas también estuvieron relacionados al modo de consumo de la bebida. En Inglaterra había numerosos casos de narcolepsia repentina. Los bebedores de cerveza quedaban paralizados, como muertos. Muchos eran enterrados vivos por equivocación. La causa de esta patología era que la bebida estaba servida en vasos de plomo. El contacto de la cerveza con ese material producía un efecto tóxico en su consumidor.

Resistencia ante el consumo

Los problemas por el consumo masivo de alcohol persistieron en tanto que se expandió su industrialización. Es célebre el caso del Movimiento por la Templanza en los Estados Unidos. Esta organización actuaba contra el consumo de bebidas alcohólicas antes de la implementación de la ley seca.

Se trataba de una suerte de grupo paramilitar de mujeres empoderadas que destruían bares y cervecerías, con el objetivo de terminar con el maltrato doméstico que sufrían de sus esposos bebedores. Algunas de las referentes más célebres son Frances Willard y Carrie Nation, conocida como el terror de los borrachos.

En la actualidad, la cerveza es una de las bebidas que más afecta a los sectores vulnerables de la sociedad. Esto es particularmente grave en países subdesarrollados, donde las bebidas alcohólicas baratas son instaladas en los barrios populares y se imponen como el modo hegemónico del esparcimiento.

También es muy significativo el caso de los países del Océano Pacífico, donde los habitantes tienen una resistencia baja al alcohol. Aún así, hay una gran demanda de cerveza en países no productores como Kiribati, Tuvalu y Nauru. El alcohol tiene efectos desastrosos en la conducta de los isleños. Una de las hipótesis es que no tienen esta sustancia en su genoma; es decir, son las primeras generaciones en consumirlo.

Tanto es así, que los maoríes de Nueva Zelanda llamaron a la cerveza waipiro, agua ponzoñosa. Luego de la ocupación inglesa definitiva, este producto les fue impuesto por el invasor, con resultados catastróficos para la convivencia social. Sin embargo, hoy en día los maoríes han adoptado los modos occidentales de consumo de cerveza.

El caso de España es muy diferente, puesto que se trata de una cultura de larga trayectoria en la degustación de bebidas alcohólicas. La cerveza forma parte de la gastronomía local y del sabor del país. El consumo es cada vez más responsable y consciente.

Barril de cerveza.Barril de cerveza lista para degustar / @stevepb/Pixabay

La industria cervecera en España

La cerveza es la tercera bebida más consumida del mundo, solo por debajo del agua y del té. Como hemos señalado, en España tiene un importante rol social. Es la bebida fría con mayor demanda, con un porcentaje de 51,8 litros per cápita por año. Su uso es moderado y está ligado a la tradición gastronómica.

La industria de la cerveza es una de las más prósperas del país, con recaudaciones anuales que rondan los 3.600 millones de euros. También genera numerosos puestos de trabajo. Se especula que se trata de unos 344.000 empleos.

El consumo de cerveza está ligado al fomento del turismo costero. En destinos de playa, el calor y las actividades al sol propician la demanda de bebidas ligeras y frías.

El sector cervecero también aporta cuantiosos impuestos al Estado todos los años. La legislación tributaria de esta industria es particular, y sus contribuciones pueden ser mayores a las de otros rubros.

Así pues, en España está todo dado para que la industria cervecera prospere de modo sustentable y exitoso.

La evolución de la cerveza

Por supuesto, desde los primeros experimentos en fermentación hasta las actuales bebidas hay una distancia enorme. La cerveza ha ganado en seguridad y sabor. Probablemente, los prototipos ancestrales de cañitas no serían del gusto del paladar moderno.

Seguridad y bromatología

En primer lugar, hoy en día es mucho más seguro consumir cerveza. Esto se debe a los controles oficiales que dan cuenta de su idoneidad para ser ingerida. Las recetas están monitoreadas y testeadas para evitar intoxicaciones.

Precios

Con la popularización y la demanda, la cerveza se volvió la bebida alcohólica más accesible del mercado. Desde luego que hay joyas de producción exclusiva de alto costo, pero en general se puede encontrar un buen producto por un precio razonable.

Modos de producción

Con las tecnologías actuales, la producción de cerveza se parece a la labor en un laboratorio químico. Todo está medido, regulado y programado. Las innovaciones se dan de manera inteligente para cuidar a los consumidores. Esto es válido también para la producción artesanal: el hecho de ser casera no quiere decir que sea improvisada.

Métodos de compra online

Hasta hace no muchos años, solo se podía conseguir cerveza en una taberna. Hoy en día, se puede encargar por internet y recibir envíos de todas partes del país y del mundo. Hasta es posible comprar online el equipo para hacer cerveza en casa.

La cerveza en los juegos de casino

Una de las actividades con las que la cerveza ha establecido un vínculo estrecho son los juegos de apuestas. De hecho, los principales casinos cuentan con el auspicio de marcas conocidas de esta bebida, además de ofrecerlas en sus menús.

En la actualidad, el juego online se encuentra en auge en España y el mundo. Los operadores ofrecen casinos de manera virtual, a los que se puede acceder desde el móvil con una app o a través del navegador. Para reforzar el vínculo con la bebida, existen algunos juegos especialmente dedicados a la cerveza.

Juegos cerveceros

Uno de estos es la tragaperras Stein Haus, disponible en los casinos con Novomatic. Se trata de un juego con la estética de Baviera, en el que se hace referencia al consumo de cerveza. Cuenta con reglas novedosas y es ideal para ganar premios rápidos. Novomatic, su desarrollador, es un sello de calidad y transparencia.

Otro juego online relativo a la cerveza es Finn’s Golden Tavern. Se trata de una tragaperras disponible en los casinos con NetEnt, otro de los desarrolladores líderes de la industria. En este juego, se utilizan todos los elementos típicos de una taberna cervecera.

Para jugar a ellos, es necesario vincular un método de pago. Este puede ser una tarjeta de débito o crédito; también se aceptan transacciones bancarias.

Sin embargo, existen opciones seguras y confiables que no requieren introducir esta información sensible. Por ejemplo, existen casinos con PayPal que protegen los datos personales y de cuenta bancaria; y casinos con paysafecard. Esta última es una tarjeta de prepago que se puede obtener en cientos de puntos de venta en España, optimizada para realizar transacciones online. Su particularidad es que tiene una suma límite, estipulada por el propio usuario al momento de cargarla.

Una bebida que es parte de lo que somos

Con toda su mística y todas sus controversias, la cerveza es un elemento insoslayable de la cultura occidental y, hoy en día, de todos los países. Casi no hay persona que no haya sentido el sabor amargo y burbujeante de esta poción. Ya no hay modo de desarraigarla del cúmulo de experiencias compartidas entre contemporáneos.

Así pues, la continuidad de esta tradición está en manos de sus actuales usuarios. La dirección que ha tomado rumbo a los medios artesanales de producción parece marcar el sentido hacia una industria más sustentable y orientada a la satisfacción del paladar. Confiaremos en que la cerveza profundice su lugar de prestigio en la gastronomía internacional y no devenga en una sustancia problemática de baja reputación.

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Infografía sobre la historia de la cerveza en España

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