Plataforma de pagos digital mundial en fase de pruebas

El Banco Internacional de Pagos habría comenzado a poner a prueba una plataforma de pagos con divisas telemáticas que podría muy pronto dar lugar a una plataforma de pagos digital global. Los bancos nacionales que están detrás del Banco Internacional de Pagos llevan tiempo mostrando su preocupación por el aumento de las criptodivisas y los problemas que conllevan de volatilidad y también fraudes. Esta iniciativa podría revolucionar los sistemas de pagos mundiales. Nos acercamos a la era de la obsolescencia del dinero.

Moneda digital Ethereum y billetera en un entorno tecnológico-digital.

La iniciativa del Banco Internacional de Pagos en el sentido de iniciar pruebas con una plataforma internacional de pagos con monedas digitales de los bancos centrales podría suponer el entierro definitivo del dinero. ©WorldSpectrum/Pixabay

Contante y sonante el dinero es algo con lo que hemos crecido y damos por sentado. Tenerlo en las manos o en el bolsillo nos produce cierta sensación de poder, por todo aquello que gracias al dinero logramos. Como se dice, el dinero no da la felicidad pero ayuda. Su génesis como medio de cambio tiene algo de misterio y la cuestión de la equivalencia supone uno de los grandes quebraderos de cabeza para la ciencia económica.

Ya fuesen las antiguas pesetas o los euros de hoy, el dinero brilla en nuestras manos y va normalmente acompañado de imágenes, símbolos o inscripciones poderosas. Como el In God We Trust, el lema que aparece en los billetes de dólar. Más tarde nos acostumbramos al “dinero de plástico”, las tarjetas de débito y crédito que pasaron a ser imprescindibles. La revolución digital vino con el siglo XXI y los sistemas Trustly, Apple Pay, Bizum y otros inundaron el comercio por internet.

En medio de todo ello, a alguien se le ocurrió inventar un sistema de pagos descentralizado en el que el dinero digital circula a través de redes entre iguales haciendo uso de software libre de código abierto. Habían nacido las criptomonedas con bitcoin al frente. Cuestión de nerdos se decía al principio. Hoy, le supone a los bancos centrales nacionales un auténtico quebradero de cabeza.

Las criptomonedas han de volver al redil

Cuando las criptomonedas dejaron de ser un pasatiempo de ingenieros informáticos y entusiastas digitales, se convirtieron en un problema para los bancos centrales, que son los encargados de regular el sistema monetario del país. Son un problema porque debido a su expansión y cada vez mayor aceptación las criptomonedas amenazan la estabilidad financiera internacional y, además, desafían a las monedas que actúan como patrón internacional, caso del dólar y el euro.

Conocido también como el banco de los bancos, el Banco Internacional de Pagos es una entidad financiera internacional con sede en Basilea, Suiza y su propiedad la comparten la gran mayoría de los bancos centrales alrededor del mundo. Posee representaciones en Hong Kong y Ciudad de México. Entre sus funciones cuenta la de coordinar la toma de decisiones entre bancos centrales, sirve de centro de investigación económica y monetaria y también como agente fideicomisario. El banco fue fundado en 1930.

El sistema de intercambio digital puesto en marcha por el Banco Internacional de Pagos lleva el nombre de Proyecto Dunbar. Este ha de examinar la viabilidad de las divisas digitales con el fin de plantear en un futuro próximo una plataforma de pagos digital internacional que lleve la impronta de los bancos centrales, amenazados por la preponderancia de las criptodivisas descentralizadas.

El objetivo pasaría por desarrollar un sistema de transferencia de pagos con monedas digitales bajo el control de los bancos centrales, las llamadas CBDCs (por sus siglas en inglés) o Central Bank Digital Currencies. Esta habría sido la conclusión del informe conjunto para el G20 del Banco Internacional de Pagos, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional:

“Las monedas digitales de los bancos centrales tienen el potencial de mejorar la eficiencia de los pagos transfronterizos, siempre que los países trabajen juntos. […] Facilitar pagos internacionales a través de las monedas digitales de los bancos centrales puede lograrse a través de diferentes grados de integración y cooperación, que van desde la compatibilidad básica con normas comunes hasta el establecimiento de infraestructuras de pago internacionales.”Banco Internacional de Pagos, informe Monedas digitales de los bancos centrales para los pagos transfronterizos

Se desprende del informe conjunto la inevitabilidad de que los bancos centrales acaben por emitir sus propias monedas digitales, por lo que una política monetaria internacional común se hace más necesaria que nunca. Países como China, el Reino Unido, los Estados Unidos o Japón ya habrían comenzado a realizar ensayos con divisas digitales.

El Proyecto Dunbar se lleva a cabo con la complicidad de cuatro bancos centrales: Australia, Singapur, dos economías industrializadas, junto a Sudáfrica y Malasia, dos países emergentes. Hasta el próximo año no se conocerán los resultados del experimento, pero todo parece indicar que acabaremos así con el dinero como lo conocíamos hasta ahora. La irrupción de las criptomonedas ha acabado por forzar a los bancos centrales a actuar.

Las complejidades técnicas a la hora de crear este ecosistema financiero digital global son enormes, pero los responsables de la iniciativa habrían subrayado que, a diferencia de las criptodivisas actuales que sufren de todos los males de la especulación de activos financieros, las CBDCs vienen legitimadas por el robusto sistema financiero internacional.

Iberpay, la iniciativa de la banca española

Preparándose para la más que posible emisión de un euro digital por parte del Banco Central Europeo, las principales entidades financieras españolas con la asistencia del propio Banco de España lanzaron en su momento Iberpay: una prueba de concepto del sector para la habilitación de pagos digitales con tecnología de cadena de bloques.

En sus pocos años de vida, la plataforma que actualmente funciona como una infraestructura tecnológica interbancaria doméstica habría llegado a procesar más de 192 millones de transferencias por valor de 55.000 millones de euros, apoyada como está por la práctica totalidad de las entidades financieras españolas que hacen uso de los servicios de Iberpay.

En junio de este año la plataforma daba por finalizada la iniciativa Smart Money cuyo objetivo es “preparar al sector bancario español ante la posible emisión futura de un euro digital por parte del Banco Central Europeo o de un dinero digital bancario”. Así se publicaba en el informe correspondiente que se dio a conocer.

Aspectos técnicos en el diseño del euro digital, como los modelos basados en tokens, con los riesgos que conlleva de gestión directa del usuario, tecnologías DLT (Distributed Ledger Technology) que permite el funcionamiento como una base de datos no centralizada, o la posibilidad de realizar pagos offline sin conexión a internet han sido puestos a prueba. Los resultados son muy positivos, como se admite desde la plataforma.

Desde Iberpay se sugiere que un modelo de infraestructura financiera de doble capa es el preferible en este momento. Según este modelo, el banco central emitiría los euros digitales y el sistema financiero privado se encargaría de su distribución apoyándose en los canales ya creados. Se facilitaría así la integración del euro digital y ello permitiría una mejor gestión de riesgos, como se ha indicado.

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