Finlandia: la eficacia del monopolio estatal, a debate

Finlandia es de uno de los pocos países europeos con monopolio estatal sobre los juegos de azar y apuestas. El aumento del juego ilegal y la ineficacia de las medidas para combatir la ludopatía en el país han reabierto el debate sobre el sistema actual de monopolio estatal en el sector de los juegos de azar y apuestas.

Vidriera en el aeropuerto de Helsinki.

Finlandia, un país con una gran tradición de juego, avanza hacia un nuevo paradigma. Son muchas las voces de la sociedad civil que plantean la necesidad de contar con un organismo estatal capaz de luchar contra los problemas de juego problemático. ©tombrunberg/Unsplash

La Autoridad sobre la Competencia y Consumo de Finlandia (KKV, por sus siglas en finés) volvía a hacer un llamamiento el pasado agosto a favor de revisar el actual marco legislativo que regula el juego presencial y online en el país escandinavo. El director general de Veikkaus, la empresa estatal con licencia para ofrecer apuestas deportivas, juegos online y lotería, afirmaba la necesidad de una reforma legislativa por parte del gobierno para luchar contra el juego ilegal y los problemas de adicción.

De conformidad con la legislación de la Unión Europea, los monopolios estatales en materia de juegos de azar y apuestas están permitidos con la condición de que se establezcan los instrumentos necesarios para prevenir los efectos negativos de esta actividad. Partiendo de este precepto, la KKV concluía en su informe publicado a finales de 2019 que el sistema finés no cumplía con esta condición de supervisión efectiva, consistente y habitual.

De entre las distintas opciones posibles, la KKV aboga por instaurar un sistema de control que supervise de manera efectiva los esfuerzos de la Veikkaus por ofrecer un juego seguro y responsable a los usuarios en Finlandia. Solo de esta manera es posible determinar si es necesario reemplazar el monopolio estatal por un sistema de licencias como el existente en la mayoría de los estados miembros de la Unión Europea.

“La prevalencia de problemas derivados del juego compulsivo reside en la forma en que el sector está regulado más que en la manera en que se organiza. La regulación actual sobre el juego debería primero centrarse en un único organismo y hacerlo más efectivo. Solo tras esto podríamos considerar si es necesario cambiar el sistema”. Anu Raijas, director del departamento de investigación en la KKV en nota de prensa

Noruega, otro de los pocos monopolios estatales europeos en materia de juegos de azar y apuestas, ya ha iniciado los trámites necesarios para unificar todas las regulaciones sobre el juego, manteniendo la actual situación de monopolio estatal. En su informe, la KVV analizaba las formas jurídicas de otros dos países escandinavos: Dinamarca y Suecia.

El juego: una tradición a debate

Con una población de unos 5 millones, Finlandia conforma el 4,1% de la cuota de mercado en Europa según datos de 2018. El último informe anual del Instituto de Salud y Bienestar en materia de apuestas apunta que las cifras de juego problemático y con potencial para convertirse en una adicción bajaron varios puntos con respecto al año anterior (1,6% y 10,7%, respectivamente).

En los últimos años la opinión pública está cambiando su postura frente al juego. En una encuesta realizada por el Instituto de Salud y Bienestar en 2019, el 52% abogaba por retirar estas terminales de los espacios públicos y dedicar salas especiales para el disfrute del juego.

En respuesta a una respuesta social cada vez más intensa contra el juego, Veikkaus se comprometió en diciembre de 2019 a desinstalar 3500 terminales de tragaperras y vídeo póker de su red nacional en establecimientos públicos como supermercados, restaurantes, bares o estaciones de servicio. Sin embargo, la crisis de la COVID-19 ha hecho recalibrar a la empresa, quien ha confirmado que para finales de 2020 habrá retirado un total de 8000 máquinas.

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