Codere confía en poder reestructurar su deuda acumulada

La difícil situación económica por la que atraviesa la conocida casa de apuestas española Codere es anterior a la crisis económica causada por la pandemia global de la COVID-19, aunque el drástico recorte en los ingresos que ha provocado el cierre de los locales de apuestas presenciales durante todo el 2020 ha contribuido a que la empresa tenga que recurrir sin demora a medidas para incrementar la liquidez ante la amenaza de quiebra total. Directivos de Codere se han reunido en Londres con los acreedores para buscar una solución que pasa por la reestructuración de la deuda acumulada.

Ingeniería financiera.

Parece que una buena dosis de ingeniería financiera es lo que va a necesitar Codere para superar la crisis económica que atraviesa. Mientras tanto, sus acreedores han acordado inyectar capital para asegurar la viabilidad de la empresa. ©stevepb/Pixabay

Deuda: la espada de Damocles de Codere

La pandemia de la COVID-19 ha golpeado con dureza la industria del juego, sobre todo en su segmento presencial con el cierre de los salones de juego y locales de apuestas. Aunque las operaciones por internet han experimentado un continuado crecimiento durante todo el 2020 y los juegos de casino online le han ido comiendo el terreno a las apuestas en línea, predominantes en nuestro país, muchos operadores, tanto presenciales como online, se han visto en la necesidad de recurrir a expedientes de regulación de empleo para capear el temporal.

Esta situación no es exclusiva de España y en los bastiones del juego como Las Vegas el panorama no es muy prometedor, aunque se atisban visos de recuperación. Se calcula que los ingresos de Codere se habrían desplomado durante la primera mitad de 2020 en un 55% debido, sobre todo, a la ausencia de competiciones deportivas durante ese periodo por la pandemia del coronavirus. Según fuentes, el beneficio operativo de Codere se habría reducido en 141 millones o un 90%.

Lo cierto es que la deuda de Codere es un tema que venía de atrás, así como los números rojos que se venían manejando desde la compañía, aunque la crisis del coronavirus lo agravó todo. Según informaciones, en julio consiguió una refinanciación de la deuda que le aportó algo de liquidez para sobrevivir los siguientes meses. Aunque la solución no se ha mostrado viable a largo plazo. La deuda de Codere rondaría los 1.000 millones.

Los acreedores se hacen con el 95% del grupo

El endeudamiento en el que ha continuado incurriendo Codere para solventar la falta de liquidez durante el 2020 se ha demostrado como pan para hoy, pero hambre para mañana. Los acreedores decidían en abril capitalizar 350 millones de euros de la deuda existente pasando a tomar el control de la empresa en un 95%.

La inyección inmediata de más de 200 millones de euros en nueva deuda garantizará la liquidez inmediata del grupo y los bonistas consideran que el nivel de deuda alcanzado es sostenible una vez que se espera que Codere recupere los ingresos operativos previos a la pandemia de la COVID-19. Aunque las apuestas deportivas son el primer negocio de Codere en España, la compañía también cuenta con importantes operaciones en México, Argentina y Uruguay.

El giro dado por los acreedores supone la disolución de Codere y la creación de un nuevo holding en el que los bonistas se harían con el 95% de las acciones quedando el 5% para los accionistas actuales que podrán vender sus títulos a un precio que no ha sido estipulado, así como podrán suscribir warrants para el caso de una futura venta de la empresa.

Así y todo, aunque la viabilidad de Codere parece garantizada de inmediato, el cambio de manos en una empresa que desde que sus accionistas mayoritarios y fundadores, los Martínez Sampedro, fuesen apartados de la compañía en 2018 previo pago de una indemnización de 4,6 millones de euros, ha estado controlada por fondos de inversiones, parece augurar un futuro más que incierto.

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