El magnate de los casinos Sheldon Adelson ha muerto

El conocido empresario de los casinos de Las Vegas Sheldon Adelson ha muerto. El magnate estadounidense de 87 años de edad no pudo superar las complicaciones causadas por un agresivo cáncer linfático por el que fue ingresado el pasado lunes 11. En 2019 Adelson había sido diagnosticado con el linfoma no hodgkiniano, un tipo de cáncer que afecta al sistema linfático. El legado de Adelson incluye el icónico The Venetian en Las Vegas y el majestuoso Marina Bay en Singapur.

Resort casino The Venetian, Las Vegas.

Hoy un clásico de la arquitectura postmoderna, el casino y resort Venetian de Las Vegas fue durante años el buque insignia de la corporación Sands que levantó el magnate Sheldon Adelson recientemente fallecido. ©PixelAnarchy/Pixabay

Tenía 87 años y su nombre estará para siempre unido a la historia de la Franja de Las Vegas, cuya visión empresarial y agresivo estilo para los negocios ayudó a desarrollar hasta convertirla en lo que conocemos hoy.

Adelson pertenecía a esa clase de hombres de negocios, en parte hechos a sí mismos, de la que forman parte también magnates de los casinos como Steve Wynn, hoy retirado y con graves problemas con la justicia, el empresario hongkonés Stanley Ho, toda una institución en Macao y fallecido el pasado año, y, por supuesto, Donald Trump, cuyo legado en Atlantic City es para olvidar.

Sheldon Adelson: el sueño americano

No fue hasta que cumplió los 50 que Adelson se convirtió en el hombre de negocios que hemos conocido. Nacido en Boston en plena depresión económica en la década de los treinta e hijo de un taxista, Adelson se tuvo que reinventar en numerosas ocasiones. Comenzó vendiendo periódicos gracias a una licencia que obtuvo tomando prestado 200 dólares. Tenía entonces 12 años.

Pero la aventura empresarial estaba en sus venas y Adelson nunca cejó en el empeño. Con 30 ya había perdido más de un millón de dólares en un par de ocasiones. Fueron las operaciones financieras las que le abrieron el camino hacia el éxito, primero en el próspero mercado de los condominios y después con COMDEX ya en los años setenta, la feria de la industria informática de Las Vegas que vendió en 1995 por casi 900 millones de dólares.

En 1988 Adelson compra el Sands Hotel y Casino, uno de los edificios emblemáticos de Las Vegas, que en 1996 dio paso a The Venetian Resort Hotel Casino, que sería replicado años más tarde con la construcción del The Venetian Macao en 2007. The Venetian es hoy uno de los clásico ejemplos de la arquitectura del simulacro que salpica Las Vegas y que dio lugar a ese extraordinario estudio de arquitectura postmoderna que fue el libro Learning from Las Vegas de Venturi, Brown e Izenour.

Pero Las Vegas Sands Corp., la mayor empresa mundial de casinos de la que Adelson era presidente, tendría sus días contados en Las Vegas. En los últimos meses corrían los rumores de que Sands estaría preparando su salida del mercado estadounidense. Los hoteles y casinos en Macao aportarían más del 60% de los ingresos de la empresa. Pese al desplome económico de la antigua colonia portuguesa por causa de la pandemia de la COVID-19, el negocio global de los casinos mira a Asia. En 2010 abría sus puertas el espectacular Marina Bay Sands en Singapur.

Trump e Israel, sus dos pasiones

Adelson era un republicano convencido y uno de los mayores apoyos con los que contaba el expresidente Donald Trump. Además de Trump, otra de las pasiones de Adelson era Israel. Su familia paterna era de origen judío asquenazi.

Durante la administración Trump, la política estadounidense en Oriente Medio e Israel ha estado significativamente bajo la influencia de Adelson, quien ha expresado en reiteradas ocasiones su apoyo a la ocupación militar de los territorios palestinos y ha financiado a la derecha israelí.

Sus apoyos financieros a las campañas electorales de Trump fueron constantes. 75 millones de dólares habría sido su última aportación en un Super PAC. No deja de ser irónico que haya sido durante la administración del presidente Obama que los negocios de Adelson en Las Vegas y Asia crecieran como la espuma, lo que repercutió en una subida espectacular de las acciones de Sands. La fortuna acaparada durante este periodo la utilizó para impulsar la carrera política de su amigo Donald Trump.

El fiasco de Eurovegas

Mientras los negocios en Asia se multiplicaban su gran fracaso fue no haber podido consolidar su modelo en Europa. Sheldon Adelson y Eurovegas es la historia de un fiasco. Primero fue la pugna entre Madrid y Barcelona, aunque sería Madrid quien se llevaría finalmente el gato al agua. De poco sirvió. El megaproyecto de Eurovegas nunca se llevaría a cabo.

No dejaba de ser significativo que en 2012 la economía española se agarrase después de la crisis a un modelo de crecimiento económico que pretendía convertir Alcorcón en Las Vegas europea. Hasta 12 resorts casinos, miles de máquinas tragaperras, empleo para casi 300.000 personas y una inversión de 18 mil millones de euros… Eurovegas fue el cuento del cántaro a la fuente. Como ha sido, quizás, la historia del Hard Rock en Tarragona.

¿Qué pasó con Eurovegas? Eurovegas era un proyecto megalómano que reflejaba bien la visión que Adelson tenía de los negocios. Primero ventajas fiscales, después legales: todo ello era necesario para levantar el complejo. La ley de impacto medioambiental no existía para Adelson y de los sindicatos ni quería oír hablar. Ante tales exigencias el proyecto fracasó mientras aumentaba la indignación ciudadana. En Asia las cosas eran diferentes, más sencillas.

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